El criterio preventivo en la educación es el fruto de una valoración global del hombre como hijo de Dios y como sujeto de la historia: por ello prevenir, es proponer, volever a pensar en lo dado en vista de la superación - promoción; es acompañar en el despertar de nuevas pontencialidades, animar en la superación de los riesgos y en la comprensión de las situaciones emergentes; es enseñar a captar la vida y asumirla.
En el contexto de la espiritualidad de Don Bosco, a Dios se le descubre, se le acepta y se le sigue en iter pedagógico del amor, siguiento la pauta de Jesús que nos reporta el Evangelio: "Si no creéis a mis palabras, creed a mis hechos